El Lobisón

Sangre, una habitación blanca llena de armas de tortura y dolor. Un cuarto donde hace dos horas una niña llamada Clara fue acecinada, mejor dicho, asfixiada. ¿Quién era esta chica? Una fumadora compulsiva sin deseo de cambiar su cancerígeno hábito. Se puede decir que esta persona no valora su vida lo suficiente como para parar.
La misión en la vida de esta bestia es quitarle la vida a quienes no la valoran, asfixiarla era una estrategia, los pulmones de Clara sufrían entonces el objetivo de la bestia  es que esta adolescente muera arrepentida.
-:Ya es obvio, se la llevó, no la voy a poder rescatar. Per no me voy a quedar de brazos cruzados- Dice Leonardo con voz dura y segura. Este señor es el detective de Buenos Aires, es el mejor.
-: Lo voy a encontrar y se va a arrepentir de todas las muertes que causó- Exclama el detective.
Leonardo esta seguro de que esta bestia llamada Lobisón, una mezcla de jabalí y humano formada en el 2015 para atacar a los inmigrantes que querían invadir Argentina. Cuando esta supuesta "guerra" terminó se eliminaron TODOS, todos menos uno, que actualmente, es la mayor pesadilla de cualquier Bonaerense, mató a su hija.
Ya van 2 semanas que Leonardo busca a la bestia. Cuando el detective pasa por un callejón, puede ver una oscura silueta con nariz de cerdo, llevando un cuerpo humano con una cinta en la boca, las manos y los pies. ¡Es el Lobisón!
Se lo ve subir con sus garras a una pared a punto de entrar cuando una bala le atraviesa el cráneo de la parte posterior, esta bestia cae arriba del cuerpo, que por el impacto muere.
Lo logró, el Lobisón estaba inconsciente, Leonardo estaba a punto de rematarlo cuando encuentra una manera más justa de acabar con el mayor miedo argentino. Juntó a todos los padres de las inofensivas víctimas. Las historias de como encontraron los cuerpos era devastadoras, Leonardo siendo detective al instante se pudo a dar cuenta de que todo coordinaba, el estado de los cuerpos deducían  su forma de  tortura y era todo lógico, el que no dejaba el alcohol aparecía con vidrios de botella clavados, la que se drogaba con pastillas, un desgarre en las comisuras que indican que le abrieron la mandíbula hasta más no poder, los familiares  al ver a esta bestia inconsciente, no importaba lo miserable que había sido su vida  después del secuestro de su ser querido, esbozan una sonrisa. Cada uno tenía una pistola de una sola bala y a la cuenta de tres todos dispararon. El Lobisón quedo con tantos agujeros que parecía un queso. Una satisfacción recorre las venas de casa uno de los testigos al ver la muerte de la cosa que mató a sus hijos.
Lo que todos no saben es que en lo más oscuro de la ciudad, hay una familia de lobisones, con sed de muerte

Comentarios

  1. Buen trabajo Lu. Tu cuento está bien narrado y sostiene un tono dramático. Creo que la palabra "invasión" es algo inadecuada para referirse al fenómeno de la inmigración. Si son inmigrantes, su objetivo no es invadir el país sino simplemente venir en busca de una vida mejor con fines pacíficos.
    El cierre del cuento es impactante y está bien logrado. Hubiese sido interesante escuchar la voz del lobisón (si es que habla) o sus pensamientos al momento de morir. En esta historia todos parecen querer venganza y la muerte los termina alcanzando a todos.
    8 (ocho)

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